viernes, 31 de julio de 2009

ANECDOTARIO (PARTE I)


Gracias a la excelente idea de nuestro compañero de promoción Raúl Alvarez, traemos aquí a nuestro blog, al blog de la promoción 1968, una recopilación, de las mas entrañables y recordadas anécdotas de nuestra etapa de estudiante, esas que sucedieron hace bastantes años pero que de vez en cuando las recordamos con agrado y melancolía. Raúl, diestro para la prosa y la narración comenzó a recordar aquellos momentos, se sentó frente a su PC, y tecleando velozmente nos recreo aquellos episodios de nuestra vida, que algunos ya lo teníamos olvidado y para satisfacción de todos los adjuntó en un mail y lo compartió con nosotros, no sin antes invocar a todos a seguir incrementando esta especie de libro, álbum o cofre virtual de recuerdos. Gracias Raúl. Para alegrar este blog hoy pegamos aquí una primera entrega de estos recuerdos.


De esta manera en este blog, iremos entregando paulatinamente estas narraciones de Raúl y de otros colaboradores, también incluiremos cualquier otra historia que podríamos extraer por ejemplo de los frecuentes mails que intercambiamos, fotos, videos, cámaras escondidas, etc. así que envíen sus colaboraciones ya.... A continuación la primera entrega del anecdotario.



DIA DE LA MADRE


Resulta que en mis años de la adolescencia, teniendo entre 13 ó 14 años, estudiaba la secundaria en la GUE “Ricardo Palma” en el distrito de Surquillo y la verdad que nuestro salón compuesto por 40 alumnos, …….. pienso que había habido un error de época ya que nosotros correspondíamos a la era de los bárbaros, cavernícolas o algo similar, porque éramos verdaderamente rudos, por ejemplo recreo sin rompimiento de cabeza, no era recreo, así también me viene a la mente cuando al hermano Carrillo le pisaron la cara, La Serna se cayó a la piscina sin agua, Elías se fracturó la mano, etc.

Bueno sucede que en una fecha cercana al día de las madres, el Auxiliar Manrique nos convoca a una reunión y luego nos recrimina diciendo que éramos el único salón que no se había preparado para celebrar el próximo “Día de las Madres” y como era algo inaceptable, nos indica que todos debemos dar una colaboración de S/. 2.00 y luego teníamos que elegir a una madre en representación de todas…….. bueno todos colaboramos y elegimos a la mamá de nuestro desaparecido hermano Angel de la Torre ya que justamente esa semana había derramado sus lágrimas por un accidente a su hijo queriendo subir a la carrera al urbanito Surquillo – Miraflores (ómnibus de color celeste), resbaló y la llanta le pasó sobre la pierna.

Y así se llegó ese viernes, fecha de la ceremonia y todos nosotros sentados en nuestros respectivos pupitres y al frente ya teníamos a la madre del salón, con el Sr. Auxiliar a un lado y un Profesor al otro…….. ella ya había recibido su ramo de flores y un pequeño presente que le habíamos otorgado; el profesor dijo unas cuantas palabras alusivas a la fecha y estando ya para concluir la ceremonia, el profesor invitó a la concurrencia si teníamos algo que agregar…….. y de repente sucede lo increíble, lo inexplicable, lo bochornoso.……..el compañero Andrade, levanta el brazo y dice: “Quiero recitar un poema”……. Todos nosotros nos quedamos atónitos, perplejos y es que la poesía no era algo propio de nosotros…….. nos miramos las caras y coincidimos haciendo una seña con la mano derecha, un círculo formado con el dedo pulgar y el dedo índice, mientras que el resto de los dedos permanecían erguidos, ……..era una “O”, que en nuestro inocente léxico ello significaba: “Ñoco” y luego pasamos un dedo por el cuello que significa: “Este a la salida muere”.

Como en ese momento no se podía hacer nada para detenerlo, resulta entonces que el compañero Andrade salió al frente y luego comenzó a recitar ……..y ¡¡Oh Sorpresa!! Comenzó a recitar con una fuerza expresiva en la voz, con un movimiento de brazos y con un sentimiento profundo en las palabras que verdaderamente nos hizo retumbar nuestros cimientos y todos nos quedamos embobados y recién allí comprendimos lo que era la fuerza y el poder de la palabra…….. cuando concluyó la señora se levantó de su asiento y con lágrima en los ojos lo abrazó y lo felicitó, lo mismo hicieron los profesores y a nosotros lo único que nos quedó fue aplaudir y con ganas por habernos hecho abrir los ojos ante este dramático y poderoso arte …….. demás está decirles que le “perdonamos la vida”.

Bueno transcurrieron varios años, termino la secundaria; yo me casé; el primer año fue de amoldamiento de caracteres con mi pareja; en el segundo año nació mi hijo y en el tercero, recién me entró el romanticismo, y en forma bárbara, porque ya por fin reconocí el enorme esfuerzo y sacrificio de mi flaca, por ser esposa y madre a la vez y estando nuevamente próximos al día de la madre, me rompía la cabeza pensando que otorgarle, ya que un ramo de flores, una caja de chocolates era totalmente rutinario y se me vino a la mente el famoso verso del compañero Andrade.

Como son de fortuitas las coincidencias, ya que faltando pocos días me encuentro caminando por las calles con dicho compañero, así que lo tomo de un brazo y algo emocionado, le digo:”Te invito una gaseosa, pero por favor escríbeme en un papel esos versos que recitaste en el colegio” y no tuvo ningún reparo, y me lo redactó íntegro …….. le agradecí y entonces empecé a ensayar frente a un espejo, lógicamente sin que nadie se diera cuenta y traté de imitar lo mejor que pude, con los mismos movimientos de brazos, con la misma fuerza en la voz, con la misma emoción y etc. etc.

Y se llegó por fin ese domingo “Día de las Madres”, mi señora aún estaba durmiendo, ……..yo me levanté silenciosamente, y fui al cuarto de mi hijo lo desperté y éste cogió la caja de chocolates, mientras que yo con el ramo de flores, nos acercamos donde estaba ella y gritando suavemente dijimos:”Feliz Día de la Madre”; ella abrió los ojos, ……..la abrazamos, la besamos y le entregamos los presentes…….. estando ya ella para levantarse, intervine diciendo ¡Un momento te tengo una sorpresa…….. te voy a recitar una poesía”, me dirigí hacia el frente de la cama y comencé a recitar el siguiente poema, LO CUAL APROVECHO PARA RECITARLES TARDIAMENTE A TODAS LAS MAMAS DE NUESTRA PROMO…….. Y DICE ASI:

Te acuerdas de aquellas coplas que escucháramos un día
Sin saber quién la cantaba, ni de qué rincón salía,
Que encanto verdad, qué ángel, que voz
Creo que se nos saltaron las lágrimas a los dos
“Todito te lo consiento, menos faltarle a mi madre
que una madre no se encuentra…… y a ti, a ti te encontré en la calle”
Y no vayas a tomarlo, que esto va con insinuación
Pues en ti tengo grabado en mi corazón,
El querer más puro y firme, que un hombre jamás sintiera,
Por la que Dios uno y trino, le entregó por compañera,
Pero es bonita la copla y entra bien por soleares
“Todito te lo consiento, menos faltarle a mi madre
que una madre no se encuentra…… y a ti, a ti te encontré en la calle”
Y me he enterado casualmente de que le faltaste ayer
Y nadie me lo ha contado…… nadie pero yo lo sé
Porque tengo entre dos amores mi corazón repartido
Si encuentro al uno llorando, es por que el otro la ha ofendido
Y mira yo no me quejo de tus caprichos constantes
Quieres un vestido…….. catorce
Quieres un reloj…… con brillantes
Que me importa, que la gente vaya de mí murmurando
Que soy para ti un muñeco,
Que mes has quitado el mando
que en la diestra y en la siniestra tienes un par de agujeros
por donde se van al mar, los ríos de mi dinero
que con tal que de mi lado, tú nunca te me separes
Todito te lo consiento, menos faltarle a mi Madre
Porque ese mimbre de luto, que no levanta la voz
Que en seis años, no ha tenido contigo ni un si, ni un no
Que anda como una pavesa, que no gime, ni suspira
Y se le llena los ojos de gloria cuando nos mira
Y en las candelas del hijo consumió su juventud
Cuando era cuarenta veces mucho más guapa que tú
Y que me casé contigo, porque ella me lo mandó
Así que tienes que hacerte la idea
Que la has visto en los altares e hincarte de rodillas
Antes que hablar de mi madre
Conque haber si tu conciencia se aprende esta copla mía
Muy semejante a aquel canto que escucháramos un día:
A la madre de mi alma, la quiero desde la cuna
Por dios no me la avasalles, porque madre no hay mas que una
Y a ti …… ¡¡A TI TE ENCONTRE EN LA CALLE!!

CONCLUI EL POEMA,

Estando al frente de la cama, concluí el poema y agaché la cabeza, esperando que se dieran inicio a los aplausos, que se levantara mi cónyuge con lágrimas en los ojos y corriera a abrazarme y besarme; pero estando en esa posición lo único que sentí fue un silencio absoluto (no había aplausos, ni lágrimas, nada), levanté lentamente la cabeza y observé el rostro de mi querida esposa, la cual gesticulaba una mueca entre la rabia y la cólera…… transcurrieron unos momentos tensos y luego ella dijo: ¡ASI QUE TU MADRE ¿NO?...... MUCHO QUIERES A TU MADRE! y arrojándome el ramo de flores por la cabeza, volvió a decir ¡PUES ANDA QUE TE DE DE COMER TU MADRE, PORQUE AHORA NO COCINO NADA! Y veloz tuve que salir corriendo de la casa, porque mi flaca es bien brava y al entrar a la casa de mi mamá, pienso que a ella si le hubiera gustado mi poema.

Bueno como dice nuestro César Vallejo: “Hay golpes en la vida……………”


Raùl Alvarez Serrano

Buena Raúl! aquí nuestro querido autor de la anécdota, en aquellos "años maravillosos", cuando todavía era el popular "pajarito".

Gracias Raúl, por habernos permitido compartir esta anécdota, y por recordar ese poema, tan apreciado por los declamadores de esa época, y también de los tiempos actuales. Aquí una disgresión: El poema pertenece a la poesía popular española y la mencionada copla "Toíto te lo consiento menos faltarle a mi mare" es mencionada por un autor o narrador español en una obra del siglo XIX, su nombre no recuerdo habrá que buscarlo en Google, con el tiempo otro autor escribe el poema que recordaba también mi tocayo Víctor Andrade. De los "soleares" (estos versos rítmicos) recuerdo algo, que los utilizó un gran poeta Manuel Machado y también la solea es base de los versos de algunas de las tonadas flamencas. Hasta Pronto y no se olviden de enviar sus colaboraciones

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