miércoles, 26 de agosto de 2009

DEMOLER - Un viaje personal por la primera escena del rock en el Perú

La década de los 60 fue definitivamente diferente a las que la antecedieron, la brecha generacional, tuvo en aquellos años, una profundidad abismal, y fue en la música donde se registró, en primera instancia y con singular claridad esta diferencia. Terminando los 50's habìa surgido el rock y durante los 60's adolescentes y jóvenes hicieron suyo este frenético ritmo. Sin mediar herramientas que ahora convierten a este mundo en una aldea global, nuestro país, no fue ajeno a esta efervecencia y el rock para nosotros pasó a formar parte de nuestra vidas, con esa música crecimos y con esa música nos hicimos adultos, y que ahora con nuestras 5 ó 6 vividas es la música que hemos escuchado una y otra vez a lo largo de todos estos años.

El libro "Demoler" de Carlos Torres Rotondo recientemente publicado por la editorial Revuelta, es una excelente narración de los protagonistas de la movida rockera de aquellos tiempos. Quizás Uds. dirán que esa historia no necesitamos que nos la cuenten, porque la vivimos día a día, porque era nuestra música, porque asistimos a las matinales de los domingos, compramos los 45 de moda cuando alguien no podía prestarnos los suyos, escuchamos con frecuencia radio Miraflores, Atalaya, etc., procurabamos no perdernos los programas de TV como "El Clan del 4", "Ritmo a go go", etc. y alcanzamos a ver alguna película de Elvis Presley o los Beatles como el "Submarino amarillo" que llevó la sicodelia al cine. Pero lo cierto es que este libro narra prolijamente todo el back stage del rock de aquella época, y plasma es sus páginas un gran esfuerzo de documentación acerca de la trayectoria de los protagonistas de la génesis del rock en el Perú. Creo que es un libro que deberíamos de procurar leer, porque trata de aquella música que enmarcó nuestros sentimientos, nuestras vivencias y que ahora forman parte de nuestras nostalgias e los buenos y malos tiempos, no nos toca mencionar las fortalezas o debilidades literarias del libro pero si creo que tiene una hábil narrativa que facilitará la lectura.

Finalmente lo que yo podría agregar muy modestamente, es que el rock de los 60's sentó parametros para que los rockeros de muchos años después lo siguieran conciente o inconscientemente. El rock peruano fue un "rock de garage" en el mas estricto sentido de la palabra, no fueron creaciones empresariales propios de un show bussines que ya se vivía en México por ejemplo, los grupos se generaron en el barrio, tocaban y ensayaban donde podían, y se amoldaban al ritmo y sonido de los modestos equipos que tenían, de manera muy similar al "rock garage" que surgía casi al mismo tiempo, sino después, en otras latitudes. La sicodelia que fue una fuerte corriente en la época, entró a tallar para dar forma y estilo a la mayorìa de los grupos. Los Saicos, Los York's (recientemente reeditado en España) captaron la escencia irreverente y desaforada que otros grupos en el mundo estaban por desarrollar, le llamaron "enfermedad" y este estilo lo veríamos repetidamente una y otra vez en la historia del rock.
El rock que se interpretaba fundamentalmente se hacía en español, de igual manera que el rock que explotó en los 80's en América Latina. Se hizo "fusión" cuando nadie había acuñado ese término aun (Los Incas Modernos, Los Zodiacs llevaron el folk al rock - o al revés?).
Sin embargo el rock peruano continuó en un proceso de mestizaje, muy propio de la cultura peruana, aparte de la "proto-fusión", el rock se confundió con la "nueva ola" y otros músicos que ganaron experiencia en el rock se pasaron a la cumbia tocada con guitarra eléctrica y baterías, dandole un "sonido elegante" a la cumbia, de allí solo hubo un paso para generar la "cumbia peruana" o conocida como "chicha", estos músicos encontraron un nicho con mucha rentabildad
surgiendo algunos tránsfugas (Como Pablo Luna que terminó en "Los Ecos"?). No faltaron temas pintorescos y "acriollados" como la disquera que grabó a unos York's apócrifo, que al quedarse sin este grupo, que firmó por otra disquera, no vaciló en poner como primera voz de los York's nada menos que a Melcochita.

Con los años, ya en la década de los 70's toda esa brillante corriente musical, comenzó a eclipsarse y caer a las catacumbas, eran tiempos de dictadura, pero también fue una época en que en todo el mundo se vió a "stars" que en un momento encontraron en la marihuana "la inspiración" para sus creaciones musicales, luego se perdieron en el laberinto de las drogas. La producción masiva de drogas como el LSD, por desalmados mercaderes, sostienen muchos, fue permitido por grupos de poder, para neutralizar a la juventud de entonces, recuerden las revueltas francesas de 1968, o las movilizaciones juveniles que en México terminaron en una masacre, o la generación hippie y las inmensas movilizaciones pacifistas. Y en el Perú que pasó? Creo que hay mucho tema que conversar, espero no haberlos aburrido, pero gracias por permitirme tocar estos temas tan apasionantes.





Nota Publicada en "El Comercio"




“Demoler”, el rock peruano como literatura
9:38 El segundo libro de Carlos Torres Rotondo es un documento definitivo sobre el rock nacional
Por: Francisco Melgar Wong
La historia que se relata en tu libro empieza en 1957 y acaba en 1975. ¿Por qué no quisiste investigar lo que ocurrió después, en la escena de los años ochenta?El rock peruano empieza en 1957. La última grabación de esa generación se da en 1975. De 1975 a 1983 el rock regresa a las catacumbas, hasta que a partir de 1984 estalla la movida subterránea y, paralelamente, el fenómeno del pop en castellano. Con este silencio de ocho años enfrentar la segunda época del rock peruano implicaba tratar otro universo ficcional y utilizar otra metodología, y lo que yo quería era crear un mundo cerrado que la primera escena sí contenía. Los rockeros que empezaron a hacer música en los ochenta, entre los cuales se cuenta mi generación, no sabíamos qué había pasado en esa época. Ese es un proceso de descubrimiento que ha comenzado hace diez años. Proceso del cual este libro es parte, por supuesto.
¿Existe un espíritu común que hermana a las bandas peruanas de esa época?Te respondería con lo que dijo Rob Younger, cantante de Radio Birdman, el gran grupo punk de la movida australiana, cuando Íñigo Munster le puso el disco de los Saicos: “Esto no suena como punk inglés ni como punk estadounidense. Esto es otra cosa”.
“Demoler”, el nombre del libro, es también el título de la canción más popular de los Saicos…El título del libro hace alusión a la canción más conocida de la primera escena del rock en el Perú, al primer hit netamente peruano y a un espíritu que es el espíritu del libro.
El libro no está escrito de forma puramente documental. ¿Quisiste crear un texto a medio camino entre lo periodístico y lo literario?El periodismo es la dictadura del presente. Lo que yo he querido hacer es reconstruir una época. He utilizado muchas técnicas, sobre todo del nuevo periodismo, dado que tenía que hacer preguntas rarísimas, además de entrevistas kilométricas para reconstruir escenas. Pero lo que yo quería era hacer escenas, crear una narrativa, quería que cada historia fuera un cuento. He intentado hacer todo lo posible para que el libro se lea como una novela y que la gente se interese por la excelente música que se hizo en ese momento. Es ridículo que hagan ediciones en España, en Estados Unidos, en Inglaterra, en Japón y que los peruanos mismos no sepamos que existe el disco de Zulu, que es un discazo que habla sobre San Isidro y sobre emociones que yo he sentido.
*Uno de los protagonistas del libro es tu padre, quien fuera bajista de Pax y de El Humo. ¿Eso motivó la investigación? *Mi padre fue uno de los protagonistas de la época. Este libro no es solo una genealogía del rock, algo que le puede interesar a todo el mundo, sino también una búsqueda del lugar de donde vengo, de la tradición con la que voy a dialogar.
El libro lo escribiste en España a lo largo de diez años. ¿Alejarte del Perú permitió que te acercaras de manera más objetiva a los hechos?El libro lo escribí en España haciendo trabajos proletarios. Nadie me financió. La llamada a Saúl Cornejo de We All Together fue de una cabina telefónica desde donde podía hacerla gratis. Lo hice con muchas limitaciones, por eso regresé a Lima para confirmar datos y fue un “hazlo tú mismo” en todo sentido. Ese viaje a España fue un viaje temporal hacia esa época.
¿Qué fue lo que más te llamó la atención a lo largo de tu trabajo?El abandono en el que encontré a muchos músicos. Mucha gente estaba en la calle. Es como si el Perú los culpara por hacer algo bello. Espero que este libro solucione un poco ese olvido.


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